domingo, 5 de mayo de 2013

La Filosofía Educativa: El ¿Cómo? y el ¿Porqué?*



José Jeréz (josejerez@outlook.com)
Salas Leyssy  (salasleyssy@hotmail.com)
Ender Tovar  (enderisraeltovar@hotmail.com)
Luis Vegas  (vegasluis23@hotmail.com)

La filosofía de la educación experimenta una desvinculación que tiende a colocarla en un punto alejado motivado a que los estudiosos explican que no está siendo importante para los practicantes.
Su objeto de estudio es y debe ser el análisis propio de la interrelación humana como una actividad orientada en el proceso de enseñanza y aprendizaje, el enseñar a aprender los conocimientos, la formación de habilidades, hábitos y competencias para la solución de problemas que se presenten en la vida futura, orientado al logro de objetivos formativos e instructivos.
El autor propone que el proceso de enseñanza – aprendizaje debe contener una diversidad de aspectos, utilizar como basamento la dimensión absoluta y relativa, comprender la relación del maestro y el aprendizaje de los estudiantes, así como sus aspectos en el entorno y el desenvolvimiento de los participantes.
La educación como un quehacer ético en la actualidad, debe representar a la práctica educativa y a toda persona que esté involucrada en este proceso, reflexionando en ello desde una perspectiva filosófica. La educación se vuelve cada vez más un sistema mecanizado y sin compromisos sociales ni humanos; es necesario lograr una mejor comprensión del mundo y de la vida, y la educación es la mejor forma de generar actitudes positivas para hacer frente a los innumerables retos que nos ofrece el mundo actual.
La práctica de la educación debe estar en función de situaciones de fondo, en función de todo lo que forma conciencia, carácter, esencia en el hombre, esencia  de su práctica y de su finalidad; la transmisión de cultura humana, el hombre por esencia tiende a ser libre, aunque la cultura nos tenga atados a la predeterminación y por lo tanto a la pérdida de libertad, a la pérdida de la voluntad de elegir.
Sin duda que esta determinación (determinismo) es una herramienta muy importante en la ideología, puesto que puede servir para que el individuo crea que es su propia elección, que crea que él está siendo auténtico en su voluntad. En la educación, se debe promover la libertad , y en el determinismo podemos encontrar una tendencia muy tajante que no permite la elección (esto como crítica a las situaciones de manipulación: moral, psicológica, política, religiosa...) con lo cual el acto educativo pierde todo sentido y se convierte solo en informativo, sin aplicación a la realidad, a las vivencias, a la vida de cada quien; si el individuo no es libre, no es fácil que encuentre el sentido, el amor, el interés a la educación.
La educación como un quehacer ético en la actualidad, debe representar a la práctica educativa y a toda persona que esté involucrada en este proceso, reflexionando en ello desde una perspectiva filosófica. La educación se vuelve cada vez más un sistema mecanizado y sin compromisos sociales ni humanos; es necesario lograr una mejor comprensión del mundo y de la vida, y la educación es la mejor forma de generar actitudes positivas para hacer frente a los innumerables retos que nos ofrece el mundo actual.
La práctica de la educación debe estar en función de situaciones de fondo, en función de todo lo que forma conciencia, carácter, esencia en el hombre, esencia  de su práctica y de su finalidad; la transmisión de cultura humana, el hombre por esencia tiende a ser libre, aunque la cultura nos tenga atados a la predeterminación y por lo tanto a la pérdida de libertad, a la pérdida de la voluntad de elegir.
Sin duda que esta determinación (determinismo) es una herramienta muy importante en la ideología, puesto que puede servir para que el individuo crea que es su propia elección, que crea que él está siendo auténtico en su voluntad. En la educación, se debe promover la libertad , y en el determinismo podemos encontrar una tendencia muy tajante que no permite la elección (esto como crítica a las situaciones de manipulación: moral, psicológica, política, religiosa...) con lo cual el acto educativo pierde todo sentido y se convierte solo en informativo, sin aplicación a la realidad, a las vivencias, a la vida de cada quien; si el individuo no es libre, no es fácil que encuentre el sentido, el amor, el interés a la educación.
La filosofía educativa se centra en dos aspectos: la naturaleza del aprendizaje y el propósito de la educación; y todavía a pesar del estado de confusión y desorientación actual de los jóvenes, cuestiona la transmisión de valores morales.

*Tomando como referencia el Artículo titulado: LOS FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS DE LA EDUCACIÓN COMO RECONSIDERACIÓN CRÍTICA DE LA FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN del autor: Gerardo Ramos Serpa de la Universidad de Matanzas, Cuba.

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